Serra de la Foradà desde Alpatró (La Vall de Gallinera)
Serra de la Foradà desde Alpatró (La Vall de Gallinera) |
Vall de Gallinera (en valenciano y oficialmente, la Vall de Gallinera) es un municipio de la Comunidad Valenciana. Situado en el noreste de la provincia de Alicante, en la comarca de la Marina Alta, es recorrido por el río Gallinera y lo conforman ocho núcleos urbanos con un solo ayuntamiento situado en Benialí. Las poblaciones son Alpatró, Benialí, Benirrama, Benisilí, Benisivá, Benitaia, La Carroja y Llombai.
Además de los actuales 8 núcleos urbanos de Vall de Gallinera se encontraban alquerías antiguas, de las que la gran mayoría desaparecieron tras la expulsión de los moriscos en la zona, apenas quedan algunos restos. Después de la expulsión de los moriscos (1609), la Vall de Gallinera quedó tan despoblada, que el duque de Gandía, al que pertenecía este territorio, trajo de Mallorca 150 familias para repoblar el valle.
La ruta que vamos a hacer hoy es una ruta que transcurre por senderos montañeros muy bien cuidados, lo más negativo el incendio que se produjo este verano pasado y que se puede ver en su extensión, desde lo alto de la sierra, aunque donde más se puede apreciar es en el contiguo valle de Alcalá.
Alpatró
Salimos de la población de Alpatró (población donde hemos decidido pasar el fin de semana para conocer un poco mejor este precioso valle). También llamado Petro, Patro, lo Patron, Potron y Potro a lo largo de la historia. Esta documentado por primera vez el año 1290 y su etimología no es árabe, aunque en un texto del año 1578 se cita como al-Batrún. En la década de 1950 del se encontró una lápida sepulcral del año 942 (considerada una de las más antiguas de las inscripciones árabes encontradas en la Comunidad Valenciana), en la actualidad expuesta en el Museo Arqueológico Camil Visedo de Alcoy. Destaca la iglesia de la Asunción y la fuente de Alpatró que se encuentra justo delante de la citada iglesia. También cabe nombrar la antigua almazara que en la actualidad hace de museo etnológico, la fortificación islámica del Castellot, y el lavadero, uno de los pocos del valle cubierto, en el camino de salida hacia Llombai y Benisili.
Vamos en dirección a Benitaia y pasamos por la Creu de Terme, único ejemplar de crucero en toda la Vall, fue una construcción del siglo XVIII, derrocada durante la Guerra Civil, y escondida en diferentes trozos en los márgenes de alrededor del camino de Les Hortes, que desemboca en una hijuela denominada la Fillola de Baix. Esta cruz fue sustituida por una de piedra pómez, costeada por Maria Sastre i Seguí, que perduró hasta el año 1994 en el que unas fuertes rachas de viento lo arrancaron. Con la idea de la reconstrucción, Vicent Marí y Vicent Puig empezaron a buscar y preguntar a la gente mayor sobre el destino de la cruz original, y la encontraron en los márgenes del camino de Les Hortes. Vicent Marí diseñó su reconstrucción hecha por la Escuela Taller de Planes.
Seguimos por un camino que transcurre paralelo por la parte izquierda de la carretera, hasta encontrar a la derecha una senda que nos acompaña a la Font Vella.
Para enseguida cruzar la CV-700 y dirigirnos por el camino asfaltado primero a la Fuente de Orenga y su balsa y más tarde tomar un sendero.
En seguida, enlazamos con el camino histórico empedrado que sube desde Benitaia y Benissiva y seguiremos por él, a la izquierda nos llevará primero al corral y la cueva del Moro y posteriormente volvemos sobre nuestros pasos para llegar a La Foradà.
LaPenya Foradà o Foradada, situada a una altitud de 737 metros sobre el nivel de mar, es el elemento paisajístico más representativo de La Vall de Gallinera, caracterizado por presentar, en su parte superior, una abertura natural, en forma de arco de piedra, que resulta muy visible desde diferentes puntos del valle y desde donde también se puede contemplar todo el valle.
Seguimos prácticamente por la cresta de la sierra. Durante toda la ruta, pero sobre todo por este tramo de ruta, sufrimos las condiciones climatológicas ya qua hacia mucho viento, haciendo muy complicado el camiar. A partir de aquí el sendero está bastante desdibujado (pero existe). Seguiremos los hitos de piedras dejados por otros montañeros y unas curiosas marcas (como H->) para llegar al V.G. del Penyal Gros a 855 metros de altitud, donde disfrutamos de unas panorámicas increíbles de los valles de Gallinera y de Alcalá.
Continuamos a la búsqueda del Tossal dels Quartesos, Continuamos con el sube y baja y vamos a otro de nuestros objetivos, el Tossal de la Creu de les Morteres.
A partir de aquí empezamos el descenso al encuentro primero de la Font de Joan Pellicer, etnobotánico español. Joan Pellicer tenía formación de médico, pero es conocido por su labor como etnólogo y botánico, siendo considerado el naturalista más relevante en la Comunidad Valenciana desde Cavanilles.
Ahora, al Castillo de Alcalá o castillo de Benissili o hisn al-Qala, situado en el actual municipio de Vall de Gallinera fue la residencia de Al-Azraq y el centro de las revueltas mudéjar que siguieron a la conquista del Reino de Valencia por Jaime el Conquistador en el siglo XIII. El Castillo muestra algunas zonas de construcción reciente (sin aparente respeto historicista), pero no parece que haya mucha actividad reciente, decidimos no intentar entrar, ya que el estado de los andamios no daba mucha seguridad.
Pasamos por un horno de cal y bajamos hasta cruzar la carretera y enlazar con el Camino Real, que nos llevará hasta Alpatró, donde finalizamos el recorrido.
Distancia: 13,7 kms.
Dificultad: Moderada
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/20230310-serra-de-la-forada-alpatro-128589045
Alineación solar.
Por la tarde aprovechamos para acercarnos hasta la cercana población de Benitaia, desde donde, dos veces al año, el 4 de Octubre y el 9 de Marzo (aproximadamente) podemos observar desde el antiguo Convent de Benitaia cómo el sol pasa por el agujero en la roca de la Foradà. El ayuntamiento de la Vall de Gallinera suele organizar rutas y eventos en estas fechas en la llamada Alineación solar de la Foradà.
Convento de Benitaia
En 1611 se fundó un convento franciscano junto a Benitaia, consecuencia directa de la expulsión de los moriscos en 1609 del Reino de Valencia. La población descendió a un tercio de lo que era, por lo que tuvo que repoblarse con gente llegada de Mallorca. El duque de Gandía favoreció la fundación del convento de Benitaia, porque según las fuentes históricas, los repobladores eran personas de gran devoción cristiana.
El convento fue dedicado a San Andrés del Monte. La tradición dice que dos veces al año, los rayos de sol, atravesando el arco natural que se encuentra en lo alto de la Penya Foradà, iluminan el convento.
Actualmente de él quedan pocos restos.
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